Las relaciones no deberían ser luchas de poder, pero, por desgracia, a menudo lo son. Muchas personas en las relaciones no reciben suficiente respeto y amor, así que piden amor o dan más amor ellos mismos.

Al hacerlo, invierten su corazón y su alma en su pareja y esperan que ésta haga lo mismo.

Pero, desgraciadamente, esto no ocurre muy a menudo. Lo más frecuente es que su pareja sólo responda cariñosamente una vez y luego vuelva a su forma habitual de expresar el amor.

Para cambiar la forma en que su pareja expresa el amor y trata la relación, tendría que reflexionar ampliamente sobre este asunto y tomar la decisión consciente de ser más atento y expresivo emocionalmente.

Necesitaría semanas, si no meses, de trabajo personal para adaptarse a su pareja y cambiar por el bien de la relación.

Pero como la mayoría de las personas no cambian su forma de percibir y dar amor, tienden a seguir privando a su pareja de amor y hacen que su pareja esté aún más deseosa de recibir atención y reconocimiento.

Pretenden que su pareja tiene la culpa por querer demasiado de todo y, al hacerlo, empiezan a afectar a la autoestima de su pareja y ven que su pareja actúa necesitada o pegajosa. Es entonces cuando se sienten aún más presionados que antes, alejan más a su pareja y adquieren aún más poder sobre ella.

Este puede ser un ejemplo extremo de cómo una persona puede ganar poder en una relación, pero lo que intento decir es que las relaciones están desequilibradas en cuanto al poder no sólo porque alguien tenga inseguridades, miedos y un mayor deseo y capacidad de amar.

También están desequilibrados porque la gente no ve las cosas desde el punto de vista de la otra persona y se adapta a ella.

Muchas personas carecen de la inteligencia emocional necesaria para imaginar cómo se siente su pareja y qué quiere de ella. Por eso acaparan todo el poder en la relación y se niegan a cambiar nada de sí mismas.

En su mente, es su pareja la que nunca está satisfecha con nada y siempre quiere más. Es su pareja la que no les respeta, de ahí que piensen que si alguien debería ser más comprensivo, es su pareja.

Si quieres saber cómo dejar de dar a la gente poder sobre ti en una relación romántica, el primer consejo que tengo para ti es que elijas sabiamente a tu pareja. Es muy importante que elijas a alguien que no sólo comunique emociones y problemas, sino que también posea la capacidad de empatizar y simpatizar.

Las personas emocionales suelen comprender mejor sus emociones y tienden a preocuparse más por las emociones de su pareja.

Si te decides por una persona estoica, lo más probable es que sea orgullosa, evasiva o inexpresiva. Y eso te hará sentir como si estuvieras hablando con una pared, lo que creará más problemas de los que resolverá.

Ten en cuenta que una persona emocional no es alguien que llora las 24 horas del día y siente lástima de sí mismo.

Es una persona que te quiere a ti y a una relación por razones emocionales tanto como tú. No pienses que sólo a las mujeres les importan las relaciones. Esa es una de las generalizaciones más tóxicas que te puedes encontrar hoy en día.

Tanto los hombres como las mujeres quieren (o más bien deberían querer) una relación por igual para poder tener una relación equilibrada. Cuando alguien quiere una relación menos que el otro, la relación tiende a desequilibrarse y provoca desacuerdos y peleas.

Así que el consejo más importante de todos es conocer a tu pareja antes de comprometerte con ella. Averigua qué significa el amor para esa persona y cómo reaccionaría si no estuvieras contento con su falta de atención e inversión en la relación.

Las respuestas que te da una persona en la fase de citas son muy importantes, ya que te dirán si esa persona es madura y capaz de mantener una relación equilibrada contigo.

En el artículo de hoy, respondemos a cómo dejar de ceder tu poder en las relaciones y cómo recuperar el poder.

1)Mejora tu autoestima

Puede ser tentador dar poder a tu pareja (que es la capacidad de controlar tus acciones, pensamientos y emociones). Puede sentirse bien confiar a tu pareja las partes más importantes de tu vida. Pero si le das a tu pareja todo lo que tienes y te descuidas a ti mismo en el proceso, no acabarás de confiar en tu pareja.

También darás demasiada prioridad a tu pareja y no te respetarás a ti mismo.

¿Y qué pasa cuando no te respetas a ti mismo?

Te aferras a tu pareja para tranquilizarte y haces posible que tu pareja se aproveche de ti. Por supuesto, no todas las personas se aprovechan de las personas que no se respetan a sí mismas. Pero muchas personas lo harán. Especialmente aquellas que se sienten irrespetadas y amargadas.

Esas personas verán que tú no te valoras y que ellos tampoco tienen por qué valorarte. Pueden darse por aludidos y abandonarte cuando te pierdan demasiado respeto.

Esto suele ocurrir cuando perciben que les quieres más que ellos a ti y que pueden obtener lo que puedan de ti sin darte lo mismo a cambio.

2)Relájate y no dejes que las emociones te dominen

Las personas también pueden controlarte si ven que ciertas cosas te hacen daño, te enfadan, te excitan o te decepcionan, porque pueden utilizar tus desencadenantes en tu contra y hacerte sentir como quieran.

Si quieres dejar de regalar poder en las relaciones, deja de dar a la persona con la que estás la capacidad de hacerte sentir cualquier emoción que quiera. En otras palabras, deja de reaccionar emocionalmente o impulsivamente a las cosas porque el hombre o la mujer verán que te dejas llevar por las emociones.

Y las personas impulsadas por las emociones son muy fáciles de persuadir. Otras pueden cambiar de opinión y de pensamiento con muy poco convencimiento. Basta con descubrir sus debilidades emocionales y provocar una reacción en ellas.

Recuerde siempre que las emociones demuestran su grado de implicación y que la persona equivocada podría utilizar su implicación e impulsividad en su contra.

3)No te disculpes en exceso ni seas demasiado autocrítico

No me malinterpretes. Es importante pedir disculpas cuando haces algo que no deberías y/o cuando haces daño a una persona. Tus disculpas demuestran que te preocupas por tu comportamiento y por los sentimientos de otra persona o por las molestias que le has causado.

Pero disculparse de forma aleatoria y excesiva sin motivo aparente no ayuda. No sólo es innecesario, sino que además se considera un gesto débil que demuestra que algo falla en tu autoestima.

Tu pareja no sabrá ni le importará que has crecido en una familia muy controladora y que tus motivos para disculparte en exceso provienen de tu familia. Lo único que verá es que estás dispuesto a ceder poder y asumir la culpa no sólo cuando metes la pata, sino también cuando no lo haces.

Esto hará que su pareja se sienta en total control de la relación y quizá incluso le permita desear a una persona con más amor propio y autonomía.

Así que asegúrate de disculparte cuando corresponda. Pero no te disculpes en exceso ni digas que lo sientes o que eres estúpido, feo, inútil o algo por el estilo. Si convences a tu pareja de que posees un rasgo o característica poco atractivos, pensará que sí los tienes aunque no sea así.

Y eso le dará a tu pareja poder sobre ti aunque ni siquiera lo quiera.

4)Tener una vida fuera de la relación

Una de las mejores formas de sentirte poderoso y en control de tu vida es tener intereses y objetivos fuera de la relación. Tanto si eres hombre, mujer o cualquier otra persona, necesitas tener cosas que hacer fuera de la relación para no depender excesivamente de ella para satisfacer tus necesidades humanas básicas.

En el momento en que dependas de tu pareja para ser feliz, se acabó el juego para ti porque abrumarás a tu pareja con tus necesidades y expectativas y sobrecargarás la relación.

Así que asegúrate de invertir también en otras cosas.

Otras cosas pueden ser:

  • amigos
  • aficiones
  • trabajo
  • ambiciones
  • deficiencias
  • y cualquier cosa que le de un propósito a tu vida

Tu pareja tiene que entender que no le estás esperando todo el tiempo y que tienes otras cosas que te hacen feliz. Otras cosas aportan emoción y pasión a la relación y también aumentan tu valor.

5)Establece unos límites sanos y vive según tus valores

Como persona que se respeta a sí misma, debe establecer unos límites en su relación. Estos límites deben contener normas que tanto usted como su pareja deben respetar en todo momento. Si uno de los dos se salta las normas, debe haber consecuencias severas.

Tú decides cuáles son esas consecuencias, pero debes asegurarte de que tu pareja las conoce para que se las tome en serio.

Algunas de las cosas para las que puedes establecer límites son:

  • mentir
  • trampas
  • mala comunicación
  • juramento
  • gritando
  • insultos
  • ignorando
  • bloqueo
  • hablar con los ex
  • y cualquier cosa que te haga daño o te haga sentir inseguro

Las normas son muy importantes en una relación, porque cuando tu pareja entiende que no vas a tolerar ciertos comportamientos, tendrá miedo de hacer esas cosas. Hacerlas le decepcionará y le obligará a hacer algo que a tu pareja no le gusta.

Así que haz caso a tu moral y establece unas normas sanas en cuanto empiece la relación.

Si tu pareja (o futura pareja) sabe que conoces lo que vales, tendrá mucho menos poder sobre ti que alguien que ve que te conformas con tolerar casi cualquier cosa.

Por supuesto, esto no significa que debas echarle la bronca a tu pareja por todo lo que no te gusta. Eso será contraproducente, ya que provocará conflictos. Pero debe haber ciertas cosas con las que no estés de acuerdo.

Si tu pareja traspasa tus límites, debes reaccionar en consecuencia.

Por ejemplo, si tu pareja te engaña, deberías dejarle.

Si no te dice que sigue hablando con su ex todos los días, deberías averiguar por qué lo hace y luego decidir qué hacer.

Y si últimamente parece estar ocupado, deberías hablar con él de ello y ver si necesita ayuda con algo.

Tener una idea clara de lo que vas a tolerar y lo que no es esencial. Toda relación necesita límites. Los límites te ayudan a respetarte a ti mismo y a protegerte en caso de que tu pareja haga algo con lo que no estás de acuerdo.

6)Expresarse con claridad y firmeza

La gente te admira más cuando expresas tus deseos y necesidades con claridad y firmeza. Perciben mucho poder en tus palabras y ven que no cederás ante la insistencia.

Así que asegúrate de decir las cosas con firmeza y seguridad. Tu pareja lo agradecerá, pero tú también porque te sentirás escuchado y con las riendas de tu vida.

7)Perdona pero no olvides

Perdonar a la gente es vital. Pero si te limitas a perdonar una y otra vez, regalarás tu poder personal y obligarás a la gente a no tomarte en serio. Así que decide cuántas veces merece ser perdonada una persona.

¿Cuántas veces estás dispuesto a soportar algo insano antes de defenderte y decidir que ya es suficiente?

La respuesta a esta pregunta debería depender, por supuesto, del comportamiento de tu pareja. Pero si tu pareja está haciendo algo desagradable que te hace mucho daño y no tiene intención de dejarlo y madurar, probablemente no deberías perdonar más de unas pocas veces.

En algún momento, debes anteponer tus sentimientos y dejar de perdonar y confiar tu felicidad a tu pareja. Si tu falta de perdón y confianza no molesta a tu pareja, nada lo hará porque tu pareja poco a poco se desapegará y perderá interés en ti y en la relación.

Así que perdona a las personas que se disculpen y merezcan perdón, pero no sigas haciéndolo una y otra vez. Si muestras afán por perdonar a todo el mundo, serás tú el perjudicado. Además, te sentirás tonto por pensar que las cosas mejorarían con el tiempo.

8)Entender qué impulsa a la gente a hacer determinadas cosas

El último punto de la lista que te ayudará a dejar de regalar tu poder en las relaciones es comprender bien qué impulsa a tus parejas a tratarte de determinada manera. Al comprender que tus parejas obtienen algo al obtener poder, te sentirás menos obligado a dárselo.

Tendrás más ganas de protegerte de un desequilibrio de poder y demostrar a tus compañeros que te respetas y te pones en primer lugar.

Para entender por qué sus parejas quieren poder, debería empezar por reconocer el hecho de que todo el mundo quiere sentirse importante. Todo el mundo tiene el deseo de ser valorado y tener voz y voto en la relación.

Pero cierto tipo de personas tienen un deseo de poder aún mayor. Esas personas suelen tener un ego enorme y una baja autoestima. Se sienten tan poco deseadas que quieren extorsionar el poder de la relación para sentirse más fuertes.

No se dan cuenta de que están tomando el poder de su pareja en lugar de construir el suyo propio.

Por eso puedes esperar que discutan contigo de forma malsana e intenten ganar las discusiones. Para ellos, se trata de ganar o perder, así que intentarán ganar siempre.

¿Cómo recuperar el poder en una relación?

Recuperar el poder perdido en una relación no es tarea fácil porque, una vez que lo has perdido, tu pareja dudará en devolvértelo, te impedirá crecer y te recordará constantemente quién manda.

Pero a pesar de eso, deberías poder recuperar tu poder y sentir que tienes el control de tu relación. Deberías poder hacerlo siguiendo todos los consejos de este artículo y recordando que tú eres el jefe de tu vida. Tú decides a quién le das poder y cómo dejas que la gente te trate.

Quizá no puedas controlar lo que te hacen los demás, pero puedes asegurarte de que te hagan algo malicioso sólo una vez. Eso es lo que significa tener unos límites personales fuertes y respetarte a ti mismo.

Es probable que te lleve semanas recuperar el poder en una relación. Pero si te centras en ti mismo y en los demás en lugar de en tu pareja, deberías poder hacerlo. He visto a cientos de personas hacerlo. Sin embargo, algunas de ellas rompieron porque no sólo recuperaron el poder, sino que también le quitaron el poder a su pareja.

¿Estás cansado de dar a la gente poder sobre ti? ¿Pondrás en práctica los consejos de este artículo? Cuéntanos qué harás a continuación del post.

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